martes, 6 de septiembre de 2011

30 Años, 30 Singles (15), The Beach Boys, Good Vibrations.


Como ya he dicho otras veces: no soy demasiado aficionado al pop. Pero si soy admirador de Brian Wilson y no solo como artista si no como persona. A punto de cumplir 70 años y el señor Wilson sigue entre nosotros después de sobrevivir a un padre abusivo (peor que el de los Jackson 5), a víboras como Mike Love y el "doctor" Eugene Landy, a críticos incultos que lo menospreciaban en favor de Lennon y McCartney (cosa que continua a día de hoy), a las drogas, al sobre peso, a la Familia Manson, a sus dos joyas de hermanos (especialmente Dennis), a Phil Spector, a la sordera y especialmente a si mismo.
Después de innovar en la composición y producción de Pet Sounds el amigo Brian decidió llevar a la música pop a cotas todavía más elevadas. Había dejado las actuaciones en directo y se concentraba en dar vida a esos sonidos que escuchaba en su cabeza (no en vano le llaman el oído de Dios), cuando las bichas... digo... sus compañeros llegaron  al estudio después de una gira se quedaron flipados con el resultado del trabajo de Brian. Flipaban porque las nuevas composiciones de Mr. Wilson podían hacer caer el imperio que habían levantado a base de tonadas pop surferas para todos los públicos.
Lo que vino a continuación es conocido por todos, Brian no toleró la presión, perdió el norte y se sumergió en las drogas, la comida basura y en su enorme cama de la que tardaría años en salir. Aún así nos dejó un aperitivo de lo que podía haber sido el album Smile de haberse completado en 1966.


Brian parecía mejorar bajo los cuidados del "doctor" Eugene Landy, este tipo le animó a aparecer en público y en este VÍDEO podemos ver como Brian interpreta Good Vibrations con su piano, desmontado la teoría de que su música era un pop vulgar y sobre producido. Cuenta la leyenda que detrás de las cámaras el "doctor" Landy daba ordenes a Brian mediante carteles, en alguno de ellos estaba escrita la palabra SMILE. Librennos de gente como Eugene Landy.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Attack the Block, de Joe Cornish (2011).


Todo comenzó con un simple atraco. Sam (Joddie Whittaker, vista en la serie  Marchlands) es asaltada por un grupo de adolescentes que viven en su mismo bloque, en el sur de Londres. Poco después de cometerse el crimen una criatura alienigena aterriza en las mismas narices de los pandilleros, que sin ningún tipo de duda matan al ente espacial.
Instantes después comienza una lluvia de alienigenas como el anterior solo que más grandes y con mucha mala baba, estos seres darán caza a los chicos del barrio que tratarán de atrincherarse en su bloque de viviendas.

 
 

Bwa ha ha ha ha y ha!. El marketing se la ha metido doblada a medio mundo (a mi entodavia no) con el Super 8 de Jota Jota Ábrams (o Yei Yei Eibrajams). No he visto esa película (ya lo haré) pero guiándome por los comentarios de gente en la confio para temas cinematográfico (ellos se darán por aludidos) parece que el tío Spielberg y J.J. se han marcado un refrito que no llena demasiado y destinado para treinta añeros nostálgicos.
Pués bien, el director Joe Cornish se ha marcado un homenaje al cine ochentero de la Amblim pero sin tomarle el pelo a nadie. Attack the Block bebe descaradamente del cine fantástico de los 80, especialmente del firmado por ese genio infravalorado que era/es/será Joe Dante.
Dante incluía en sus films un toque siniestro que diferenciaba su obra de la del resto de sus colegas,  y ese tono a lo Piranha, Aullidos, Gremlins y Exploradores  se ve mezclado con los (imprescindibles, al parecer) Goonies pero trayendolos al siglo XXI. Lejos de nostalgias, Cornish nos ofrece la cruda realidad, sin edulcorantes ni aditivos: la inocencia se ha perdido. Hoy en día E.T. tendría muy difícil encontrar un Elliot que no dudase en forrarse a costa de su descubrimiento. Hoy los Goonies no serían una alegre y entrañable pandilla de amigos dispuestos a sacrificarse para ayudar a sus padres, serían carne de reformatorio o de programas como Hermano Mayor o Gran Hermano (que cachondo me ha quedao); y es muy probable que los Peltzer tuviesen problemas más graves que los Gremlins: un Billy yonqui como consecuencia de un padre ausente.
Detrás de este invento están Edgar Wright (productor ejecutivo) y Nick Frost (interviene en un pequeño papel) que siguen reivindicando sus gustos frikis, pero después de dos patinazos (para mi gusto) como Scott Pilgrim y Paul ha recuperado el ojo clínico.
Attack the Block es una película divertida, sincera, bien hecha y que no oculta de donde viene. Proporcionará 88 minutos de gloria a los fans del cine fantástico en general.


Sería una pena que el marketing y una nula distribución, no tiene fecha de estreno en España, nos privasen de disfrutar de una de las mejores películas de género fantástico de 2011. Si no tenéis paciencia (como yo) ponedle fin a la espera mediante el "proceso habitual".

lunes, 29 de agosto de 2011

Prepárate Grant Morrison.


El malvado Grant.

Amado y odiado a partes iguales, el guionista escocés Grant Morrison no deja indiferente a nadie. Yo mismo le tengo en mi Lista Negra después de destrozar a algún que otro personaje (la Doom Patrol, la JLA, Los X Men) mientras que su infinito séquito de palmeros lo aclamaba. Ojo!, talento tiene y no lo discuto, pero su estilo no encaja con mis gustos vintage (por no decir clásicos o incluso rancios).
Pero los días de destrozar a Batman en loor de multitudes pueden que terminen dentro de poco tiempo gracias a este buen hombre:


Señores y señoras!, estamos hablando de C. M. Punk!!!!. La Superestrella de la WWE y fiel seguidor de Batman. Adelantad el siguiente vídeo hasta los 2 minutos y 13 segundos.


“I’m a huge Batman fan. Unfortunately I can’t read a lot of the Batman comics that come out because they’re written by Grant Morrison and I’m not a huge Grant Morrison guy, I read comics based on who’s writing,  I know that’s not really a populist view but it’s the only thing I can tolerate right now, my favourite comic book writer… nobody asked but I’m going to tell you anyway… is Ed Brubaker.”

 "Soy un gran fan de Batman. Desafortunadamente no puedo leer muchos de los comics de Batman que se publican porque están escritos por Grant Morrison y nos soy un gran admirador de Grant Morrison, leo comics basándome en quien los escribe, se que no es un punto de vista popular pero es lo único que tolero ahora mismo, mi escritor de comics favorito... nadie  me lo ha preguntado pero lo diré de todas formas... es Ed Brubaker." Perdón por posibles errores en la traducción.


C.M. Punk ha tenido los cojones de decir lo que muchos pensamos: Morrison's Batman Sucks!. Espero que las palabras de Punk le sienten al calvorota escocés como un GTS, y sirvan para liberar al hombre murciélago de su terrible yugo. Aunque ni el propio C. M. Punk esperaba que su combate por el título en el pasado SummerSlam acabara como un puto comic.



Para los no versados en el tema WWE: Punk gana a John Cena, el retirado Kevin Nash sale de entre el público y remata a Punk ante los ojos del árbitro especial y Jefe de Operaciones de la compañía: Triple H. De repente Alberto del Río cambia su maletín de Money in the Bank, que permite comprar un combate por el título en cualquier momento, y se corona como Campeón de la WWE.
Lo que decía, un puto comic televisado; admito que no llega al nivel de excelencia de Ed Brubaker pero no me diréis que no tiene el encanto kitsch que persigue (y pocas veces logra) Morrison. Y es que en wrestling lo de menos son los combates, lo importante son las historias.

P.D. Gracias al ADLO! por mantener informada a la población.

sábado, 27 de agosto de 2011

Croupier, de Mike Hodges (1998).


Jack Manfred (Clive Owen) es un aspirante a escritor cuyo primer encargo, una novela acerca del fútbol, no le ilusiona demasiado. A fin de poder ganarse la vida para dedicarse a la escritura y no depender economicamente de su pareja: Marion (Gina McKee), Jack decide aceptar un trabajo como croupier que el granuja de su padre le ha conseguido en un casino de medio pelo en Londres.
Una vez situado en su nuevo empleo, Jack se dará cuenta que las experiencias vividas durante sus turnos son la base perfecta para un libro, sobretodo cuando nuevas relaciones y situaciones vuelquen su vida por completo.


A un tipo como Mike Hodges convenía tenerlo siempre bajo vigilancia porque el autor detrás de prodigiosos thrillers como Get Carter o Pulp podría pegarte un balazo cinematográfico en cualquier momento. Y esto fue lo que sucedió en 1998 cuando el veterano realizador inglés nos disparó esta película directa a la cabeza.
Lejos queda el impacto camp, kitsch, o como se diga de la "mítica" Flash Gordon; Hodges y Owen nos devuelven la frialdad cool que destilaba Get Carter en términos de dirección e interpretación. Como resultado tenemos una cinta engañosamente fría que narra una historia o, según se mire, dos. 
La narración en off nos cuenta tanto lo visto en pantalla como lo escrito por Jack en su novela, cambiando el papel protagonista por el croupier Jake, esto da pie a un juego metatextual (¿es apropiado el término?) donde no sabemos hasta que punto lo que vemos es realidad o ficción salida de la cabeza del narrador de este Noir moderno.
No esperéis acción sin freno, grandes vuelcos argumentales o sorpresas gigantescas a lo Jólibuz, los acontecimientos se mueven por derroteros más modestos y la revelación final se maneja en el mismo tono. Como ejemplo dejo la frase final del narrador/protagonista de este film que se ha convertido en un clásico instantáneo para mi.

El croupier había cumplido su misión, se había convertido en un maestro del juego.
Había adquirido el poder de hacerte perder.


En 2003, Hodges realizó su último disparo acompañado otra vez por Clive Owen. Pero Im sleep when I´m dead (con un punto de partida calcado al de Get Carter) solo causó una herida superficial que ya comentaré en este espacio.

lunes, 22 de agosto de 2011

Por Crom, Tarim y Mitra!.

Este post se me ha ido un poco de las manos, la falta de tiempo me ha llevado a fundir en un solo texto el repaso a las pelis del cimmerio, así como una breve biografía editorial, y la reseña de la película de Marcus Nispel.
Comenzamos, afilad el hacha, poneos el yelmo y a repartir leña!

Fin de semana bárbaro.


Kull, Rey de Atlantis fue un personaje de espada y brujería creado por el texano Robert E. Howard durante la década de los 30 para el mercado de revistas pulp. En 1932 cogió una historia de Kull (By this axe I rule/ Mediante este hacha gobierno) y cambió a su protagonista por una nueva creación: Conan de Cimmeria.. 
Mediante este auto plagio/refrito Howard consiguió publicar regularmente en el "hogar" de H.P. Lovecraft, la revista Weird Tales.


En 1936 Howard se suicida dejando 20 relatos y una novela de su más popular creación. Las rediciones y nuevas historias creadas por otros escritores relanzarán al personaje en décadas posteriores, especialmente en los 60 debido al magnifico labor como portadista de Frank Frazetta en las rediciones de la obra Howardiana, pero la gran explosión de popularidad llega a partir de 1970 con la edición por Marvel Comics de Conan the Barbarian #1.

El culpable de mi adicción.

El guionista y editor (San) Roy Thomas, declarado seguidor de la obra de Howard, logró convencer a Martin Goodman (dueño de la editorial) y a Stan Lee (editor en jefe) para comprar los derechos del personaje y adaptarlo a las viñetas. Goodman decidido a no gastar demasiado dinero aceptó a cambio de que la edición de los tebeos no fuera costosa y de que se cancelara el trato en cuanto las ventas fueran bajas.
Para dibujarlo se eligió a Barry Smith, dibujante británico que se dedicaba a clonar a Jack Kirby, que aceptó el mísero sueldo ofrecido por Goodman que gente como Gil Kane o John Buscema rechazaron. Smith se liberó de miedos y número a número se fue soltando hasta lograr la excelencia.
Las ventas subieron con mucho esfuerzo y al cabo de unos años ya se publicaban otros títulos relacionados con el cimmerio, destacaba la edición de la revista The Savage Sword of Conan/La espada salvaje de Conan. Una revista con mas páginas, menos censura y en "glorioso blanco y negro".


Sin duda fue la fiebre que desataron los comics protagonizados por el bárbaro los que llamaron la atención de Hollywood sobre el personaje. En 1982 se estrenaba su correspondiente adaptación cinematográfica.
Un  exagerado guión escrito por el siempre excesivo Oliver Stone sirvió de base a John Milius para realizar la mejor película jamás realizada de Espada y Brujería.
El resultado obtenido por Milius es impresionante como film de Bárbaros, cuenta con una de las mejores Bandas sonoras jamás escritas y un diseño de producción magnifico pero falla por completo a la hora de retratar al protagonista y a su mundo. Supongo que Stone y Milius concibieron la masacre de la aldea cimmeria para justificar las acciones del protagonista y poner al público de su lado pero para mi desvirtuan totalmente a Conan. Este no es un gigantón mudo y sanguinario (aunque tiene sus momentos), en la versión de Howard se nos cuenta que Conan dejó su hogar con 16 o 17 años para ver mundo, nada más, no hay venganzas solo las experiencias de un barbaro en el mundo "civilizado" que le llevaran a desarrollar profesiones como ladrón, mercenario, soldado, pirata y finalmente Rey.
El Conan de Milius quizá pudiera haber dado más de si en caso de que el director hubiese seguido al frente del los destinos cinematográficos del cimmerio.


Miliuuuuuuuuuuus!!!!!!!!!!!!!!

Conan el Destructor nació con muy buenas intenciones pero el dinero es lo primero y Dino de Laurentiis miró más hacía su cartera que a la pantalla.
Para realizar el guión se contrato al mismísimo (San) Roy Thomas y al antiguo guionista de Spider-Man: Gerry Conway que en 1983 habían escrito el libreto de Tigra: hielo y fuego. La parejita entregó hasta SIETE! borradores, todos con los mismos defectos: muy fantasioso, muy violento, MUY CARO!. Thomas y Conway no estaban acostumbrados a que el dinero coartase su imaginación y años después se "vengaron" en la novela gráfica Conan: el cuerno de Azoth, donde publicaron su versión de lo que debería haber sido Conan el Destructor.
Un tal Stanley Mann perpetró una versión mutilada y simplificada del trabajo de la parejita comiquera que dirigió un Richard Flesicher catatónico, el veterano director había dejado atrás sus momentos de gloria e hizo lo que pudo pero quedó muy por debajo de Milius.
Pero así a todo hay algo que ha cambiado en el retrato del personaje, estamos ante un Conan más sociable, líder de hombres, con ambición y al que la idea de una princesa virgen le pone burro. Una clara mejoría que se queda en nada ante los escasos recursos visuales y el pésimo diseño de producción, solo la B.S.O. que de nuevo compone Basil Poledouris se muestra a la altura de la primera entrega.

Bárbaros en familia.

De Laurentiis decidido a seguir explotando los derechos que había comprado a pesar del fracaso artístico/comercial de Conan el Destructor acometío la tarea de llevar a la gran pantalla las aventuras de Red Sonja, un personaje creado por Roy Thomas en las páginas de Conan El Barbaro a partir de un breve relato de Robert Howard. Con Brigitte Nielsen como protagonista y de nuevo Richard Fleischer a los mandos se perpetró un producto que nada le tiene que envidiar a los exploits que se facturaban en Italia.
El desastre era tal que el héroe que interpreta Schwazenegger pasó de Conan a Kalidor en post producción para no perjudicar así al personaje.
El problema de Conan el Destructor y Red Sonja es su deriva hacía el cine de aventuras de ámbito familiar, supongo que de Laurentiis ordenó rebajar la violencia para atraer a más público pero lo que logró fue perder al que ya tenía. 
Otra pega es la manía del fallecido productor italiano por el reciclaje, en El Destructor recupera el palacio visto en Dune y al "actor" Sven Ole Thorsen que vimos como secuaz de Thulsa Doom en el primer Conan. Mientras que en Red Sonja recurre a Sandalh Bergman, la bella actríz que encarnó a Valeria en Conan el Bárbaro, pero con la cara cubierta para que los espectadores no se liaran.
Dino y Fleischer no supieron afrontar el tema de la magía y la fantasía, Milius redujo el tema al mínimo necesario mientras que las secuelas se recurrió a cutres FX para presentar conceptos demasiado ambiciosos dejando al personal con la boca abierta ante lo cutre de lo visto en pantalla.


Quitando una patética serie de TV no hubo noticias acerca del regereso de Conan y la verdad es que la cosa no pintaba nada bien para el cimmerio. En 1995 Marvel había dejado de editar los comics de Conan debido a las escasas ventas generadas por los cambios en los gustos de los lectores, que veían a Conan como una reliquia del pasado nada molona en comparación con los pijameros violentos y cool que se estilaban en la industría por aquellos tiempos.

 
 A partir de 2003 la editorial norteamericana Dark Horse lanzó una nueva cabecera dedicada a Conan, en ella se narraban una nueva versión de la "vida" del bárbaro totalmente alejada de la versión  Marvel y destinada al público contemporaneo. Primero  Kurt Busiek y después Timothy Truman escribieron las aventuras del cimmerio adaptando los correspondientes relatos de Robert Howard mientras rellenaban los huecos con acertadas aventuras originales.
Curiosamente, una vez que Conan volvía a las librerias se comenzaban a escuchar rumores de una nueva peli, si con Arnold, sin Arnold, si John Milius, si los Wachowski, si Robert Rodriguez, y así hasta que Marcus Nispel (El guia del desfiladero) se hizo con la dirección  y Jason Momoa (Stargate Atlantis) con el papel principal.

Conan El Bárbaro, de Marcus Nispel (2011).


Conan el Bárbaro es puro cine de verano, es entretenimiento de usar y tirar que gustará a aquellos que no pidan mucho a cambio del precio de una entrada. Es indudablemente entretenida pero no destaca por nada, ni en lo bueno ni en lo malo, y es que teniendo en cuenta que estamos ante una producción de nivel medio/bajo dirigida por un sosainas como Marcus Nispel era de esperar.
Como adaptación del personaje, lo que realmente me interesaba, la cosa flojea pero menos de lo esperado. Volvemos a tropezar en la piedra de la masacre en la aldea y el Conan vengador pero a cambio definen un poquito más la Era Hyborea, sus civilaciones y a los cimmerio, pero claro, si los cimmerios son la rehostía de duros... como es que se los cepillan en dos películas sin el más mínimo esfuerzo!!!!!!!!!!
A partir de ahí saltamos unos cuantos años en el futuro donde vemos a un Conan ya formado, ha pasado por muchas experiencias y ha vivido mucho, se habla de su participación en el asalto a Venarium y se menciona que ha robado el corazón del elefante y matado al mago Yara (referencias a la obra de Robert E. Howard), el problema es que esas referencias son mas interesantes que la trama prinicipal que podía haber dado algo más de si de no ser por su estructura de fases de video juego.
De espíritu Howardiano la cosa anda justa, quitando una criatura con tentáculos y un atisbo de incesto entre los villanos, Robert Howard y sus movidas sexuales, es el pobre balance de una peli que debería aspirar a la grandeza en terminos de guión, dirección, y producción.
Sobre Momoa poco se puede decir, el personaje esta escrito de forma tópica y su interpretación se basa en fruncir el ceño y poner voz profunda. Si bien fisicamente me parece más acertado que Arnold su actuación/presencia no se grabará en la memoria de millones como hizo el austríaco.
Ocasión perdida gracias a la escasez de miras de sus responsables que no se dan cuenta que Conan posee potencial para dejar al Señor de los Anillos a la altura del betún, solo falta que el personaje encuentre su Peter Jackson particular.


No me pregunteís por Super 8, los Goonies de J.J. Abrahams deberán esperar al "mercado doméstico" (entiendase descarga).
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