sábado, 23 de noviembre de 2013

Stone, de Sandy Harbutt (1974).


El grupo de motoristas conocido como los Sepultureros es testigo accidental del asesinato de un político, como consecuencia sus miembros son cazados y asesinados para eliminar cabos sueltos. El agente Stone propone unirse de manera temporal a la banda de satánicos motorizados para esclarecer el asunto.





Icono de la Ozploitation, joya oculta del género "moteros" y para algunos el "antepasado" de Mad Max, Stone (bautizada  como Los Guerreros de la Muerte para el consumo doméstico español) es un apreciable film de acción sobre dos ruedas pero que aún así podría haber dado para mucho más.
Sandy Harbutt produce, escribe, dirige y actúa (encarna al Enterrador, líder del grupo) y da la sensación de que se perdió con tanta tarea. La trama del asesinato político no queda nada clara y se desaprovecha, las situaciones que Stone afronta en el seno de la banda no pasan de lidiar con un grupo de borrachines, folladores y porreros que proclaman adorar a Satán....si hasta se les coge cariño y todo.
Quizás la mayor pega de la película sea su protagonista, Stone es un tanto pardillo que por mucha melenita rubia y golpes de kárate que gaste no llega a caer bien al espectador, a este poli tan buenazo le venía bien una dosis de mala leche y escuchar mas Hard Rock (por cierto: gran acompañamiento musical de Billy Green, muy a lo Vertigo Records)
Quitando una breve referencia al alto grado de contaminación que sufre Australia poco o nada hay que lleve a pensar al espectador que Stone pueda haber influido en Mad Max, salvo la presencia de Hugh Keays-Byrne (Toecutter en Mad Max, y que en Stone presenta un look que le confiere una apariencia entre Ozzy Osbourne y Michael Hutchence), Vincent Gill (futuro Night Rider y tanque de gasolina suicida) y Reg Evans (el tipo de la estación de tren en Mad Max....vaya momento friki que me he marcado). 
En definitiva, Stone es un exploit entretenido, de buena factura  y con detalles de interés al que le falta punch para ser algo inolvidable.



Y es que no hay nada como el páramo nuclear....


lunes, 4 de noviembre de 2013

Oh dulce nada....

Las cosas de palacio van despacio, hay alguna cosilla cociéndose en el horno y no queremos que se nos pegue, verdad?
Para matar el rato aquí os dejo el particular homenaje que rendían de manera habitual los Black Crowes (again...lo sé) al recientemente fallecido "Mr. Cool": Lou Reed.



Oh sweet nuthin' era un claro ejemplo de la capacidad y talento de la Velvet Underground, una muestra de que no solo eran vanguardistas y genios torturados, si no unos superdotados para el puro pop rock....A disfrutar.
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