Miles Cullen (Elliot Gould) trabaja como cajero en un banco de Toronto, su empleo le aburre y le gusta una compañera de trabajo llamada Julie (Susannah York) que está liada con el director de la sucursal.
Pocos días antes de Navidad, Miles descubre que hay alguien planeando atracar el banco aprovechando los altos ingresos que las compras navideñas generan en el centro comercial donde se sitúa el banco. Todo indica que el criminal es uno de los Papa Noel/Santa Claus (o Santaklós) que pululan por el centro comercial, Miles aprovechará para sacar tajada a cuenta del ladrón (Christopher Plummer). Comienza un juego mortal entre banquero y delincuente.
Ay, el thriller... ¿qué fue de ese género?, ¿cómo se convirtió en una sucesión de persecuciones y tiroteos sin que nos diésemos cuenta?, ¿a dónde fueron a parar los guiones astutos y envolventes?.
Antes de que Hollywood convirtiera las películas de suspense en un campeonato de "A ver quien la tiene más larga", me refiero a las persecuciones de coches (lección mal asimilada de Bullit y French Connection) o las escenas de tiroteos o peleas (ahora hasta coreografíadas), se realizaban films con guiones ágiles e interesantes como el de esta Testigo Silencioso que explora las consecuencias que le trae al típico empleado modelo el meterse en camisas de once varas. Además tenemos el placer de asistir al peculiar y cada véz más enrevesado duelo de inteligencias entre Cullen/Gould (efectivo) y Reikle/Plummer (sensacional como siempre) y la relación del protagonista con sus compañeros, especialmente con Julie, y... no digo nada mas.
Dirige Daryl Duke (suena a nombre de actor porno) que trabajó esencialmente en TV pero se desenvuelve correctamente, sin necesidad de recurrir a grandes dispendios visuales pues es un film sencillo.
Como curiosidades destaco la presencia del fallecido John Candy en un pequeño papel, se casa con la buenorra de la oficina!!!, y el hecho de que el guión pertenece a Curtis "L.A. Confidential" Hanson que a su vez adapta una novela de Anders Bodlesen.
Un film muy recomendable que pertenece a una época en que las cosas se hacían de otra forma, intentado entretener a la vez que sorprender al espectador. Y vaya si lo consigue.
A falta de un trailer, aquí teneís la escena del atraco.
Elliot Gould, cuantos lo descubrimos en Friends?.