viernes, 10 de diciembre de 2010

Shotgun Stories, de Jeff Nichols (2007).


No sé si Michael Shannon es el mejor actor que hay ahora mismo en Hollywood pero si es el que me parece mas interesante del panorama actual. Este año ha estrenado My son, my son, what have ye done  (algo floja para mi gusto) dirigida por el maestro alemán (y uno de mis directores de cabecera) Werner Herzog, ha participado en el biopic sobre  The Runaways y es uno de los personajes fijos de la soberbia serie de HBO Boardwalk Empire, donde interpreta al agente Van Alden.
Pero hace 3 añitos participó en esta pequeña joya que las distribuidoras nos han ocultado (pero pa'eso esta la internete), en ella se nos cuenta la historia de los hijos de Cleaman Hayes. Este hombre vivió 2 etapas muy diferentes en su vida, en la primera el alcohol lo dominaba  hasta tal extremo que ni siquiera les buscó nombres en condiciones a sus 3 hijos, a los que llamó Son (Michael Shannon), Boy y Kid. Nunca se preocupó por ellos y los dejó en manos de su detestable madre.


El viejo Cleaman abandonó el alcohol y a su familia para convertirse en un cristiano renacido, formó otra familia con su nueva esposa y entre los dos criaron  felizmente a sus cuatro hijos. Durante el funeral de Cleaman los viejos odios y rencores de los medio hermanos saldrán a flote y la mala sangre que hay entre ellos fluirá como nunca en una escalada de actos violentos.


Jeff Nichols debutó con este impactante film que el mismo escribió, la dramática historia de los hermanos Hayes es una muestra de buen cine donde la importancia de la violencia es menor de lo que aparenta a primera vista. Nichols centra la historia alrededor del trio de hermanos liderado por Son Hayes, nos adentra en su particular relación, en su día a día para mas tarde mostrarnos esa espiral de acciones y reacciones en las que los Hayes se verán envueltos. Mientras, los hermanastros del otro bando están perfilados de manera superficial y solo se nos proporciona la información necesaria para el avance de la historia.
Este particular Puerto Hurraco (light, no quiero engañar a nadie) ambientado en Nebraska consigue mantener la tensión y el interés a lo largo de todo el metraje, que no es moco de pavo en estos tiempos, y se ha convertido en una de las películas que mas me han gustado en la últimos meses. Muy recomendable.



Ya le tengo ganas a la nueva colaboración Nichols/Shannon: Take Shelter.

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