Red Hill, de Patrick Hughes (2010).

 

El agente Shane Cooper (Ryan Kwanteen) y su esposa se trasladan al pequeño pueblo de Red Hill, en las Hihglands australianas, su llegada coincide con la fuga de prisión de Jimmy Conway, un criminal aborigen, que ansía vengarse de los habitantes del pueblo. El sheriff Bill junto con sus ayudantes y un grupo de vecinos armados convierten el pueblo en un coto de caza. Una brutal vendetta manchará de sangre las calles de Red Hill.

Comienzo fuerte el 2011 con una película de las que me gustan, directa como un puñetazo en la cara, sin rodeos ni psicoanalisis, ni metáforas de la vida moderna (pero que gañán soy).

El prometedor Patrick Hughes hace su debut con esta particular ( y Carpenteriana) mezcla de géneros y consigue salir airoso. El mismo Hughes escribió el guión de Red Hill que contiene elementos de Western, Survival y Terror.

Si, no me he equivocado, en Red Hill hay elementos de cine de terror y no me refiero a la casquería, es un film violento pero no explícito, sino al personaje de Jimmy Conway que se encuentra próximo al Michael Myers de Halloween. Esa presencia imponente e implacable que no deja escapar con vida a su presa, da igual donde se esconda.

Volviendo al tema western, nos encontramo con una historia de las de toda la vida (Pueblo atemorizado por bandido) adaptada a los gustos de hoy en día pero sin perder las esencias.

En cuanto al tema actoral nos encontramos con un sorprendente Ryan Kwanteen alejado de su habitual papel de paleto simplón en la serie True Blood (Jason Stackhouse) y se muestra como una elección apropiada para el personaje de Shane.

Por otro lado tenemos al personaje del sheriff de Red Hill al que llaman Old Bill, interpretado por (Momento Friki) Steve Bisley!!!. ¿Como?, ¿no os dáis cuenta?, estoy hablando de Jim El Ganso, el motero rubio de Mad Max. En esta ocasión, lejos de meterse en la piel de un tío carismático como el Ganso, Bisley presta su jeta al viejo cabrón de Bill.

Una muy entretenida película de venganza que nos proporciona el nombre de Patrick Hughes para anotar en la lista de "promesas".

Recomendada especialmente para estos aburridos días de invierno. Vista en  Sitges 2010, con suerte llegará a nuestro país en DVD. En caso contrario hay otros medios para verla.