1963, Kennedy acaba de ser asesinado, en Israel se preparan para una ofensiva de Egipto, que todavía no dispone del sistema de control de misiles que se está fabricando en Alemania. Por otro lado, en Hamburgo, el periodista Peter Miller recibe el diario de un anciano judío que se ha suicidado. En dicho diario se relatan las atrocidades cometidas por el capitán de las SS Eduard Roschmann en los campos de concentración y en el puerto de Riga. Peter descubrirá que Roschmann sigue vivo, con una falsa identidad y con el apoyo de una organización Nazi. Esta se llama OdeSSa y es la respuesta a muchas preguntas.
Basada en la novela de Frederick Forsyth, este ejemplar thriller nos sumerge en los entresijos de la organización Odessa, que se dedicó a ayudar a huir a miembros de las SS y extender sus tentáculos en el nuevo orden mundial para preparar el resurgir del nazismo. Mucho se ha hablado y escrito sobre la existencia de dicha organización y yo no soy el mas indicado para decir que hay de verdad y de mentira en todo esto, pero si es cierto que muchos criminales de guerra huyeron y desaparecieron misteriosamente, ¿ayudados por Odessa, quizás? .
En lo que se refiera a la película en si hay que decir que es impecable en todos los aspectos, Ronald Neame no era Stanley Kubrick pero si un buen narrador y ejemplo de Artesano, cuando este termino no era ofensivo ni sinónimo de perro faldero. Buen detalle el de la fotografía en Blanco y Negro para los flashbacks.
John Voight estaba en plena forma y lejos de su status actual de "Padre de Anllelina Yolí", rodeados de magníficos secundarios en los que se puede destacar a Dereck Jacobi (Yo Claudio) y a Maximiliam Schell (La Cruz de Hierro, Vampiros de John Carpenter) como el bastardo de Roschmann.
En resumen: un film perteneciente al "género" Thriller Setentero que te tendrá 2 horitas pegado a la pantalla.
2 comentarios:
Esto me ha hecho recordar "Los niños del Brasil" y "El cuarto protocolo".
Los nazis, esos grandes villanos.
Tengo pendientes de ver esas 2 películas ha mencionado, pero el tiempo que uno destina al cine nunca es suficiente.
Publicar un comentario