miércoles, 16 de noviembre de 2011

Aquaman: La muerte de un príncipe.


Este post se compone de cuatro partes:
1) Obsesionado con los héroes de segunda fila.
2) Jim Aparo y yo.
3) Los experimento en Atlantis y bajo el agua.
4) Reseña de Aquaman: La muerte de un príncipe.

Obsesionado con los héroes de segunda fila.

Supongo que la culpa de que me interesen más Green Lantern, Hawkman o Aquaman que Superman, Batman y Wonder Woman (los 3 Grandes de DC Comics) la tiene la serie de animación Super Friends que devoré cuando fue emitida en los albores de la Televisión de Galicia.


Poco después comenzaron a entrar en casa las publicaciones de la fenecida Ediciones Zinco, dicha editorial había comenzado ha editar lo mejor que producía una DC Comics en estado de gracia a mediados de los ochenta: Crisis en Tierras Infinitas, Superman de John Byrne y del dúo Wolfman/Ordway, Green Lantern de Lein Wein/Dave Gibbosn, la serie de Batman que venía a ser un contenedor de genialidades por cortesía de: Frank Miller/ David Mazuchelli, de Todd McFarlane, de Mike W. Barr/Alan Davis, y hasta rediciones del material setentero del enorme Neal Adams. Además de títulos míticos como la JLI del trío Giffen/DeMatteis/Maguire, y no podía olvidarme de mi obligado guiño a Roy Thomas: Infinity Inc. Con esto aprendí a leer correctamente pero no estaba yo muy contento


Blue Beetle (izquierda), Fuego (el par del centro) y Booster Gold (derecha) hicieron más por mi educación que muchos profesores.

Mi nivel de lectura era bueno pero... ¿donde cojones estaban Hawkman, Plastic Man, Aquaman, el Átomo y demás héroes que había visto en la pequeña pantalla?. Muchos de ellos no tenían serie, otros estaban siendo relanzados en los USA y a la mayoría no los conocía ni el tato debido a la sequía DeCeera que asoló España durante generaciones mientras Marvel (lógicamente) se comía el mercado a bocaos.
Cuando Zinco echó el cierre (situación que muchos todavía lamentamos y que supuso un vuelco en el mercado español cuyas consecuencias todavía estamos pagando los fans) hubo que decidir entre dejar el vicio o pasarse al producto rival: MARVEL. Como ya estaba podrido hasta la médula me pasé a la casa de Stan Lee y mi debilidad por los héroes de segunda y tercera fila se incrementó de manera exponencial (serie para Hank Pym YA!!), pero eso ya lo contaré otro día.

Jim Aparo y yo. Que no se diga que no pago mis deudas.


Jim Aparo (fallecido en 2005) se pasó la vida dibujando, principalmente, a Batman. Siempre a la sombra de Neal Adams, Marshal Rogers (D.E.P), Gene Colan (recientemente fallecido) y demás artistas, el bueno de Jim era cumplidor y su arte ejemplar... pero a mi no me gustaba. Después de leer aventuras (o mirar los dibujos) del hombre murciélago  ilustradas por gente como Alan Davis o el por entonces rompedor Norm Breyfogle, tener que aguantar el estilo sencillo y clásico de Aparo se me hacía difícil.
Fui muy injusto con él, yo decía que era malo cuando simplemente poseía un estilo pasado de moda en una época en que DC tenía gente que era lo más de lo más (no como ahora). 

 
 Y el público ha decidio que el muerto seaaaa........... ROBIN!. Por Jim Aparo.

En los últimos años se han reeditado obras de Jim Aparo realizadas en los años setenta, en esa época poseía un estilo más vigoroso, con influencia de Neal Adams pero sin llegar a cotas de realismo tan altas. Recomiendo la lectura de las recopilaciones de The Brave and the Bold, El Fantasma Errante y muy especialmente los sádicos relatos de El Espectro (que se merecen una reseña en condiciones). A partir de los ochenta el trabajo de Jim se adocena y por encima padece las "pesadas" tintas de Mike DeCarlo, pero a pesar de todo realizó una gran labor en Batman y los Outsiders y en Batman: Una Muerte en la Familia.
Jim Aparo, durante años fui muy injusto con tu trabajo. Estés donde estés: LO SIENTO.

Los experimentos en Atlantis y bajo el agua.



DC Comics siempre ha sido considerada como una editorial mojigata y con razón, quitando los inicios de Superman y Batman (mas cabronazos que nunca) los supertipos made in DC siempre han sido santurrones inocentes que hacen parecer a Pocoyó el Sargento de Hierro. El motivo fue asegurar las ventas para poder sobrevivir durante los años 50, época donde los supers estaban de capa caída a excepción de Superman, Batman y Wonder Woman que vivían  aventuras inofensivas.
El editor Julius Schwartz reinventa el superhéroe con el nuevo Flash a mediados de los 50 y reaviva las ventas, surge la Liga de la Justicia cuyo éxito provoca la reacción de la competencia: Los 4 Fantásticos y la consiguiente explosión de Marvel Comics.
Stan Lee y Jack Kirby dotan a sus creaciones de humanidad y "realismo" frente a los acartonados y dulces personajes de DC... exceptuando a Aquaman.
Aquaman fue uno de los últimos personaje surgidos durante la llamada Edad de Oro del comic book, nunca destacó por nada hasta que se acordaron de él para la primera alineación de la Liga de la Justicia. Y es que a pesar de moverse un entorno tan rico como Atlantis, un tipo con una camiseta naranja que vive bajo el agua siendo incapaz de sobrevivir fuera de ella más de una hora y que da órdenes telepáticas a los peces no da para mucho.

 

El personaje sirvió en varias ocasiones para experimentar y uno de esos experimentos consistió en hacer del nadador rubio un tipo responsable. Lo coronaron Rey de Atlantis, se casó con una pelirroja reina extradimensional llamada Mera (nada que ver con el pescado, ¿o si?) y tuvieron  un crio llamado Arthur Curry Jr./Aquababy. Este nacimiento se adelantó en 5 años al de Franklyn Richards, el churumbel de Reed Richards y Sue Storm de los 4 Fantásticos. 
No será la última vez que las páginas de Aquaman sirvan de campo de pruebas.

Aquaman: Muerte de un Príncipe.


El título y la ilustración que sirve de portada al tomo que ha motivado todo este tostón ya indican que Arthur Jr. no llegará vivo a la última página.
La Muerte de un Príncipe merece la pena esencialmente por el dibujo de un joven Mike Grell con reminiscencias de Dave Cokrum, el arte de un Jim Aparo colosal (continua es mi penitencia)  y la colaboración del tan excelente como olvidado Don Newton.
Otra cosa son los guiones de Paul Levitz, Steve Skeates y David Michieline,  que compusieron una trama que se desarrolló a lo largo de 3 años (1974 a 1977) publicada en historias de 7 páginas en la cabecera Adventure Comics hasta que su repercusión generó el regreso de la colección Aquaman.
Los guionistas, en un momento de clarividencia, se adelantaron en una década a un concepto tan innovador como perjudicial: el Grim and Gritty (deprimente y descarnado).
El "género" Grim and Gritty venía a consistir en bajar del pedestal a los supertipos para darles una paliza a base de realidad y oscuridad con la intención de proclamar que los comics no son para niños. Las buenas intenciones de Frank Miller y Alan Moore fueron malinterpretadas por legiones de autores que llenaron los estantes de comics pululados por antihéroes psicoticos y violentos.
Aclarado esto vuelvo con un Aquaman cuya vida está punto de cambiar por completo, debe elegir entre su tarea como Rey y su faceta de supehéroe, sus archienemigos le acosan hasta el punto de que su hijo pagará las consecuencias. Hasta aquí pinta muy bien, casi parece una versión primigenia del Born Again de Miller para Daredevil, y pudo haber sido algo similiar si Aquaman perteneciese a la escudería Marvel. La historia está edulcorada lo suficiente para echar por la borda las buenas intenciones de los guionistas que no consiguen hacer creibles las reacciones de Aquaman ante la muerte de su hijo (por veces da la sensación de que ni siente ni padece),  desconozco si esto se debe a presiones editoriales o a autocensura.
Lo curioso es que durante los años del Grim and Gritty se reseteó el pasado de Aquaman y su hijo pasó de morir ahogado (era incapaz de respirar aire) a morir destripado!!!!!!.
En definitiva, Aquaman: La Muerte de un Prínicipe es un comic que no llegará a mucha gente, demasiado rancio para estos tiempos, salvo que seas un curioso, un seguidor enfermizo de héroes de tercera, tengas deudas pendientes con Jim Aparo o sea tu cumpleaños. Eh, yo cumplo con todas!.

12 comentarios:

Möbius el Crononauta dijo...

Pues seguro que el príncipe de las mareas debe estar contengo con tu homenaje.

¿Y quien ganaría, Aquaman o Namor?

Pepe Cahiers dijo...

Yo he siempre he sido más aficionado a los superhéroes de primera fila, aunque siempre era interesante cuando contaba con la ayuda de algún amigo con menos dosis de protagonismo. Siempre me gustó, por ejemplo, aquella encendida relación entre Spiderman y la Gata Negra.

DMB Kinski dijo...

Pepe Cahiers: Me gustan los héroes de primera fila, mentiría si afirmarse que no sigo Los Vengadores, Hulk, Superman, Batman (a pesar de las patéticas etapas que padecen y las venideras).
Pero con los héroes de baja estofa siempre hay más libertad de acción, los guionistas se desmelenan; un ejemplo es Hank Pym. Lleva décadas sin protagoniazar una serie pero le ha pasado de todo, se las han echo pasar putas (hablando claro) con Ultrón, los malos tratos a la Avispa y todas las crisis mentales que ha padecido. Todo esto no se puede hacer con Spiderman o Superman.
Hay relaciones entre supertipos geniales como la que comentas pero la mejor relación entre dos "personas" que he leído en un comic de superhéroes (no hablo de otros géneros) fue la de Blue Beetle Y Booster Gold. Nunca dos chistes con patas dieron tanto juego.
Hasta otra.

Lazoworks dijo...

Joder, este me suena... Era el que tenia un tatuaje o un simbolo en la muñeca o el antebrazo. Como demonios se llama aquel supertipo?
Un gran post Mr. Kinski!!

DMB Kinski dijo...

No me suena un Aquaman tatuado, de hecho en los 90 lo dejaron manco. Dame más información y tal vez pueda ayudarte. Gracias por el cumplido, a ver si saco tiempo para comentar El Espectro de los años 70. Ese comic podría interesarte.

Lazoworks dijo...

Nada, nada...
Me he confundido, era Star Brand...

miquel zueras dijo...

Magnífico post. No todo va a ser Batman y Spiderman, no sé si es de segunada fila pero me gustaba el submarino Namor. Daredevil (Dan Defensor para los niños de entonces) me parecía bastante sosainas. Saludos. Borgo.

DMB Kinski dijo...

Namor más que un (anti)héroe de 1ª o 2ª es un tipo sin suerte. Sus apariciones como invitado suelen ser muy celebradas pero cuando le dan un título propio no suele encontrar el apoyo del público.
Daredevil fue un soso hasta que Frank Miller le dió una vida para luego destruirla, el problema vino cuando esta fórmula se repitió hasta la saciedad. Si te encuentras con un recopilatorio de Daredevil:Born AGain no lo dejes escapar.

natsnoC dijo...

Vaya entrada, Kinski. A mi lo que me pasa es que nunca me ha gustado mucho DC, salvo Batman... y Green Arrow. Bueno, vale, hay otras cositas, está The Question, y no hay que olvidar que ellos publicaron Watchmen o V de Vendetta.

Y por supuesto no meto en DC todo lo de Vértigo, línea de la que soy incondicional.

Pero en los superhéroes tradicionales como que no. Lo que no quita que no me haya encantado la entrada.

DMB Kinski dijo...

nastnoC: como escribí en el post, yo me crié a base de DC comics y ese hecho me lleva causando dolor desde hace dos décadas. Está claro que que desde los 90 DC ya no es la editorial que sorprendió al mundo con su actualización de 1985. Solo me queda aguantar los reboots venideros hasta que alguien entre en razón en esa santa casa.
Si quieres profundizar un poco en el Universo DC estate atento a próximos posts.
Hasta luego.

DMB Kinski dijo...

Möbius: tu comentario (y otros dos anteriores) me apareció como spam. Tu pregunta se responde de la siguiente manera: Namooooooooooooor!!!!!

nacho rose dijo...

ALGUIEN TIENE AQUAMAN 62 EN ESPAÑOL EN LA QUE MUERE EL HIJO DE AQUAMAN??????

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