No se porqué pero me apetecia ver algo de Giallo y me he decantado por estas dos obras de Sergio Martino, un director de lo más interesante tanto en lo visual como en lo temático.
La cola del Escorpión (1971).
El rico industrial Baumer fallece en una explosión de un avión comercial tras haber suscrito un suculento seguro de vida por valor de 1 millón de dólares. Lisa Baumer (Ida Galli) la (infiel) viuda viajará rumbo a Atenas para cobrar el importe de la póliza, donde se encontrará con Peter Lynch (George Hilton) ,detective de la compañía de seguros, y una mujer que afirma ser la amante del marido y futura beneficiaria del testamento de este. Un misterioso asesino vestido completamente de negro mata a Lisa llevándose el dinero, ¿asesinato premeditado?, ¿un maniaco sexual con suerte?, Peter, acompañado por el inspector Stavros (Luigi Pistilli, habitual en el cine de Sergio Leone), Stanley de la Interpol (Alberto de Mendoza) y la reportera Cléo Dupont (Anita Strindberg) intentará averiguar la verdad.
Un giallo muy interesante, con una trama que una vez echa a andar es imposible apartar la vista de la pantalla, y un final sorprendente que demuestra que los guionistas y el director han estado jugando contigo durante todo el metraje.
Martino rehuye algunos tópicos del género como el uso de luces de colorines lisérgicos o escenarios ultra "cool", pero si mantiene esa tendencia de sorprender al personal con una atrevida concepción visual.
El tema musical de Bruno Nicolai no le tiene nada que envidiar a ninguno concebido por cualquiera de sus contemporáneos, es minimalista, repetitivo (no cansino) y obsesivo.
Además el director le concede un regalito al espectador al mostarnos (muy brevemente, eso si) la anatomia de las protagonistas en particular la de ese bellezón llamado Anita Strindberg.
Nada que envidiar a Argento o Bava.
Todos los colores de la Oscuridad (1972).
La pareja formada por Richard (George Hilton again) y Jane (Edwige Fenech, vaya con los nombres) atraviesa por una grave crisis, después de perder a su hijo no nato en un accidente de tráfico, Jane tiene terribles pesadillas. Acude a un psiquiatra pero cada vez le resulta más difícil diferenciar entre realidad y pesadilla. Su vecina Mary (Marina Malfatti) le propondrá una solución: Participar en Ritos Satánicos.
Si por algo me gusta me gusta el Giallo es por su sentido de la estética, su iluminación pop y sus planos poco habituales y Sergio Martino hace gala de todas esas "virtudes" en esta Tutti i colori del buio. El argumento de Santiago Moncada (guionista de Un hacha para la luna de miel, de Mario Bava) contiene elementos que recuerdan a La Semilla del Diablo pero aún así es una película muy disfrutable, desde esa secuencia inicial de caracter onírico a esa parte final donde sueño y realidad se confunden.
Bruno Nicolai proporciona la música que aunque apropiada se echa en falta un tema más "atmosférico" para la ceremonia del culto satánico, hubiera sido una gran idea el contar para esa tarea con algún grupo puntero como Black Sabbath o Atomic Rooster... pero estoy desbarrando.
Martino insiste en sorprender al personal a la hora de revelar las tramas y en este caso creo que no está a la altura, ojo!, aún así el film es muy recomendable.
Las buenas costumbres no deben perderse y por eso se incluye algún que otro vistazo al cuerpo de la protagonista.
Y me despido anunciando que Sergio Martino volverá por estos lares (estoy preparando otra Sesión Doble) y lanzando la siguiente pregunta: ¿Alguién le ha echado narices a ver la película Giallo de Argento?
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