martes, 10 de marzo de 2009

Haciendo los deberes. Enero – Febrero 2009 (2 de 2).

Terror de la vieja escuela y del moderno y un poco de thriller para variar.

La última casa a la izquierda, de Wes Craven (1972).

Dos adolescentes caen las manos de un cuarteto de sádicos liderados por el brutal Krug (acojonante sujeto), durante un día serán objeto de las vejaciones y brutalidades de sus captores hasta que son asesinadas, la casualidad llevará a los criminales a la casa de una de las chicas. Una vez allí y descubierto el pastel comenzará la venganza.
Con “Las colinas tiene ojos” me llevé una gran decepción, después de años leyendo sobre la película no pude evitar pensar al verla: ¡que desperdicio de ideas! Tuve que esperar a ver el remake de Alexandre Aja para ver algo parecido a lo que realmente me esperaba del original y creo que con el remake (de próximo estreno en USA) de esta “La última casa a la izquierda” también me pasará lo mismo, rezaré por que la venganza de los padres sea el eje central y eliminen los interludios “cómicos” de los policías. La tortura y muerte de las chicas ocupa mas metraje que la conversión en vengadores de los padres (apenas 20 minutos) y esto afectó al concepto que tenía de la película, también me gustaría decir que no soy muy favorable a la tendencia de Craven a que sus protagonistas recurran a ingeniosas trampas, cual MacGiver, en sus enfrentamientos con los malosos.
Un buen planteamiento mal aprovechado, el resultado es una correcta película de la que en positivo saco el personaje de Krug (el desenlace del enfrentamiento con Junior es genial) y que recomendaré a curiosos y a entusiastas del cine de Terror, aunque yo no la calificaría como tal.

Martin, de George A. Romero (1976).

Martin es un apocado veinteañero que se va a vivir con su anciano primo, esto sería normal sino fuera por que nuestro amigo es (o se cree) un vampiro. Pero no un vampiro a lo Lugosi, sino un chupa sangres que tiene más en común con el literario y televisivo Dexter. Acecha a sus victimas, se cuela en sus casas haciendo gala de su habilidad con ganzúas y las duerme con una jeringa llena con su propio cóctel somnífero. Su primo es consciente del problema y amenaza a Martin con la muerte en caso de que vuelva a las andadas, mientras el chaval se desfogará confesándose en un programa radiofónico de testimonios que se emite por la noche.
La película más compleja de Romero, llena de flasbacks o puede que invenciones del protagonista, sembrando dudas de realidad o superstición, ¿los vampiros son gente que bebe sangre o son criaturas del infierno?, ¿es Martin un vampiro? Ved la película e intentad responder a la pregunta.
Mención especial para el bueno de Tom Savini , el Pepe Sancho americano.


Kiss Kiss, Bang Bang, de Shane Black (2006).

Harry (Robert Downey Jr.) es un ladrón de poca monta que huyendo de la poli se mete en un casting, para que no lo trinquen realizará la audición y se llevará el papel principal de una película de Hollywood. Una vez en Los Angeles conocerá a Perry, un detective privado (homosexual para más señas) que le ayudará en su preparación del papel en la película, se reencontrará con su amor de juventud y se verá implicado en un asesinato más complicado de lo que parecía en principio.
Interesante debut en la dirección del guionista Shane Black, conocido por sus guiones para Arma Letal, El Último Boy Scout y por ser uno de los integrantes del comando liderado por Arnold en Predator. Llena de chistes acerca de los clichés del cine de acción, con un desastroso Harry como narrador, es un regreso al cine de “compañeros” de los ochenta con una nueva y brillante capa de pintura. Correcto entretenimiento.

La matanza de Texas + La matanza de Texas: El Origen (2003 y 2006).

No me pondré a relatar las andanzas de la familia Hewitt liderada por el “Sheriff” Hoyt y su sobrinito Thomas (usease el Caracuero de toda la vida). Tenemos lo de siempre jóvenes de viaje que van a dar al sitio equivocado pero con un look fashion y con una solidez argumental que quizá el original no tenía. Vamos a ver, el clásico de Hooper será siempre una de las grandes películas de todos los tiempos (sin géneros que valgan) pero hay que admitir que muy poca gente de hoy en día ve películas con más de 3 años de antigüedad, así que para evitar prejuicios estúpidos (y sacar unos cuantos dólares) Hollywood trae de vuelta a los clásico del terror 70’s y 80’s remozados e intentando dar sentido a tanta sangre.
¿Por qué he tardado tanto en ver esta nueva saga? Muy simple: todo aquel producto que lleve el nombre Michael Bay será objeto de desconfianza, pero he de admitir que para alguien que no tiene pajolera idea de que va el asunto es mejor introducirse en el universo creado por Hooper con estos filmes y después disfrutar en condiciones de un clásico entre los clásicos.

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