sábado, 1 de septiembre de 2012

Los Mercenarios 2, de Simon West (2012).


El Señor Iglesia (Bruce Willis) ha vuelto y eso significa malas noticias para los chicos de Barney Ross (Sylvester Stallone), que han de compensar al agente de la C.I.A. por los hechos acaecidos en la primera entrega. Acompañados por la agente Maggie Chan, los mercenarios deberán recuperar el contenido de un avión derribado en Albania pero la intervención de Jean Villain (Jean Claude Van Damme) y sus matones  complicará las cosas; especialmente cuando uno de los hombres de Ross muere a manos del villano, ha llegado el momento de la VENGANZA.

 
 

Los Blockbusters de este año se pueden calificar de, cuanto menos, de irregulares. La conclusión del Batman de Nolan me ha dejado un poco frio (no era tarea fácil superar lo anterior), Prometheus es un gran homenaje a los exploits de Alien pero plantea más preguntas en lugar de ofrecer respuestas. El Legado de Bourne es un lió de tres pares de cojones que aburre hasta la extenuación, Los Vengadores tiene una realización televisiva y un guión con agujeros, pero como lo ha prepetrado el sacrosanto Joss Whedon no se puede hablar mal de ella.
Pero cuando todo parecía perdido reaparecen los viejunos de Los Mercenarios para sacarnos una sonrisa con una segunda entrega que deja en ridículo a su predecesora. Hay que alabar la inteligencia de Sylvester Stallone que ha sabido delegar las tareas de dirección al profesional Simon West (Con Air, La hija del general) con muy buenos resultados. West no será un director con una visión personal y profunda pero sabe como dirigir un buen espectáculo de acción.
A la hora de realizar el guión Richard Wenk y Stallone han tirado por una trama sencilla con venganza, pueblo en apuros a lo Los siete magníficos y amenaza nuclear, pero sin duda lo mejor de su trabajo ha sido la selección de personajes. Para dar cabida a tanta vieja gloria los guionistas optaron por deshacerse temporalmente de algún personaje y reducir la presencia de otros, el problema que esto conlleva es que Dolph Lundgren no se luce tanto como antes.
Stallone compartiendo coñas con Norris, Schwarzenegger y Willis intercambiando sus frases, Van Damme ejerciendo de malo de manera convincente, acción, humor y sobretodo AUTOPARODIA en cantidades industriales. Todo bien realizado y con mucha honestidad, deseandito estoy de ver la tercera.


Se echa en falta al gran Ricardo Solans poniendo la voz a Sly Stallone, aunque para compensar tenemos a Constantino Romero poniendo su voz al servicio de Schwarzenegger (personalmente creo que el doblador definitivo de Arnold fue Héctor Cantolla, cuestión de gustos).

Free counter and web stats